Me gustaría presentaros los diferentes esmaltes y texturas que he descubierto contándoos parte de su historia. No voy a publicar ninguna receta explícita, ya que creo que no son interesantes o incluso contraproducentes, pero sí os voy a proporcionar alguna información que puede ayudar a algunos de vosotros a seguir vuestro propio camino...
El esmalte es un aspecto, un color, un efecto, una receta, una mezcla de materias primas, una emoción y... ¡una historia! Y ¡qué placer con esta historia! Tras cientos de intentos, horas de espera, momentos de decepción, de ánimo, llega el momento en que aparece. La mejoramos y empezamos a probarla en algunas piezas, la domamos y acabamos por comprenderla...
A diferencia de los esmaltes, las texturas son más fáciles de captar. Por supuesto, no estoy comparando los esmaltes ya preparados que se pueden comprar en las tiendas. Las texturas pueden proceder de impresiones tomadas de la naturaleza, de motivos creados por el hombre como bordados, enlucidos murales. También en este campo la elección es infinita.
También podemos crear efectos de textura con herramientas. El capuchón de un bolígrafo hará un círculo, la mitad de un bambú hará un arco de círculo que puede recordar a los pétalos de una flor...
Si hace clic en la leyenda de un esmalte, podrá acceder al artículo que describe su descubrimiento.
